La presentación de un libro, de un conferenciante o de cualquier otro acto público responde, en la mayoría de las ocasiones, a un compromiso relacionado con nuestra profesión o con el lugar que ocupamos en ella. Pero, en contadas ocasiones, esta actividad, ligada a lo profesional, resulta tan agradable de realizar como cuando las autoras que vamos a presentar están íntimamente ligadas a nuestra persona o cuando, como en este caso, nos une con ellas no solo la amistad proveniente de muchos años pasados en grata camaradería, sino también del respeto y la admiración que se deriva de su prolongada y fructífera labor académica.